10. Cosiendo la balsa

Ahora bien, aquí vemos las manos de un artesano, que muestra como debe quedar la costura.
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Aquí vemos como van cociendo las estructuras. Este es un trabajo delicado y complicado, tenemos dos pitas bien largas que tendremos que utilizar para ir cosiendo. Primero una de ellas deberá abrazar a una de las estructuras grandes y luego abrazar al centro. La otra pita hace el mismo trabajo, pero invertido.
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Cada paso que se da es una demostración de fortaleza.
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Este trabajo no es fácil y requiere de que todos estemos alertas de hacer fuerza. Cada vez que la pita pasa por una de las estructuras grandes, se debe hacer palanca para levantarla y poder pasar las pitas por debajo de cada mitad y luego nuevamente por el centro.
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Otro día finaliza... aquí podemos apreciar mejor el trabajo realizado.

11. La forma final

Una vez que la balsa está previamente cosida, se levanta la proa para darle la forma curva.
Aquí se debe hacer mucha fuerza para conseguir curvarla.
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Mientras unos alzan la proa, otros intentan escaquearla, para mantener la curva.
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Aquí vemos uno de los lados ya estaqueado y todos trabajando sobre el otro lado.

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Se vuelve sobre el lado anterior, para corregir detalles formales.
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Una vez que estamos cerca de la forma deseada, comenzamos a tensar nuevamente.
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Aquí vemos a uno de los artesanos tensando la pita, cada vez que se tira de una pita, la forma va mejorando.
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En esta imagen vemos como están terminando de coser la proa.
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Aquí se ve como están finalizando la costura de la popa.
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Mientras unos terminan de tensar la popa, otros trabajamos en la proa.
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Ahora comienza uno de los trabajos más fuertes de la construcción de esta balsa. Su forma final y el tensado final, estos se realizan a golpes. Se utiliza para esto piedras grandes, que tengan puntas pero sin filo. Se debe golpear la pita, con dirección hacia donde se puede tensar, esto hace que la pita se deslice y mientras otro compañero estará tirando de la pita, para mantener la tensión.
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Finalizando otro día de trabajo. La balsa, ya está con su forma aproximada y sin estacas, solo una pita la mantiene sujeta. Nueve artesanos de totora contemplando su día de trabajo.

12. Tensado final

Ahora vamos a ver a los aimaras mostrando todo su potencial, esta etapa es realmente dura y todos debemos hacer el trabajo de golpear y tensar para terminar de darle forma.
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Aquí vemos claramente de que se trata este trabajo. Mientras uno tira de la pita, otro golpea con fuerza. Esto permite que la totora se apelmace y que la pita la tense.
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Aquí vemos el mismo trabajo, uno golpea y el otro estira.
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El trabajo se comienza desde el centro de la balsa y se va hacia un lado y hacia el otro, hasta llegar a las puntas. Una vez que esta tensada la pita, la forma ya no se desarma.
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Aquí emprolijando las pitas.
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Aquí podemos ver otras manos con la herramienta que ellos utilizan. La punta de la herramienta permite levantar la pita que esta tensada y luego permite tirar de ella.
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Ellos mismo realizan esta herramienta con ramas de árboles. Cada artesano tiene la propia.
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La forma final de la balsa esta dada por el tensado de la pita, es realmente una tecnología sorprendente con la cual se puede construir y dar forma a lo que se quiera.
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Unos últimos golpes a "patadas"... y ya estará casi terminada.

13. Últimos detalles

Los últimos detalles de tensión de la proa y la popa.
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Volcamos la balsa para corregir detalles por debajo.
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Aquí todos trabajando en el emprolijado de la cara inferior de la balsa.
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Una vez terminada esta etapa, volcamos nuevamente la balsa y cortamos los sobrantes de las puntas.
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Ahora el último trabajo de construcción, se realizan dos estructuras para los bordes de la balsa.

Una última imagen de la balsa terminada y en tierra. Finaliza otro día de trabajo.
Esta construcción demoró unas dos semanas. Trabajamos unas diez personas para lograrlo.

14. Balsa al agua

Esta última etapa tenía una gran dificultad. ¿Cómo íbamos a mover una balsa tan pesada?
Los artesanos llamaron a sus mujeres y aquí otra muestra de esta gran cultura.
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Se levanto la balsa para colocarle maderas por debajo, que ayudarían a deslizarla.
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De estas maderas comenzamos a tirar hacia el lago.

Parecía imposible, pero los Aimaras son fuertes y tienen experiencia en estos trabajos.
Aquí contamos trece personas.

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Aquí vemos a las mujeres haciendo fuerza.

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Llegando al lago...

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Ahora es sencillo moverla...

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Finalizando el día...

15. Creditos

Agradecemos a la comunidad de Titicachi, Isla Flotante TITI HUATA, por permitirnos vivir esta experiencia única, abrirnos las puertas de su comunidad, acercarnos a su lengua Aimara y a su cultura. Sentimos un gran privilegio en haber participado de la construcción de una balsa de totora para veinte personas a orillas del lago Titicaca en el año 2009.
Muchas imágenes quedarán en nuestra memoria de este paraíso, junto al lago y su gente.
Carlos María Rimoldi (32), diseñador industrial, argentino, Abril del año 2009.