Este trabajo es fuerte y bello, porque comenzamos a ver lo que nos sorprende de esta balsa: su forma...
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Ahora veremos una de las primeras muestras de fortaleza de esta cultura. Todos ellos son fuertes y han trabajado desde niños con el cuerpo.
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Se toman las pitas tirando hacia arriba y se le pasan al compañero que esta en frente. Ahora a jalar con fuerza hasta lograr cerrar bien la forma.
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Aquí vemos una de las mitades de la balsa con su forma previa.
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Terminando el día de trabajo, las dos mitades ya están listas.
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El próximo trabajo será hacerle un nuevo atado con una pita más corta, para utilizar esta en la próxima etapa.
En esta ocasión no tenían una pita sintética del Perú y aquí comprendimos porque le dicen pita a la soga.
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